Por: Vicealmirante (RA) Luis Fernando Yance V.
Ex Comandante de Infantería de Marina
Imagen: EFE
Colombia desde la época de Simón Bolívar ha tenido en los gobernantes de turno, contradictores por cualquier circunstancia que vive el país. La figura de Bolívar es el punto de anclaje y fue precisamente sus contradictores que no valoraron su grandeza, y, tampoco Bolívar fue una figura conciliadora por sus egos y su condición humana de crear en América una sola república y se fraguaron las pugnas entre los militares y los políticos y algunos conjuraron contra el Libertador en aquella noche septembrina.
Hoy no es distinta la manera de ver a los militares con otros métodos, la oposición y algunos políticos quieren ver postrados a los militares y quitarles el protagonismo que tienen en salvaguardar la democracia. Recordemos que desde 1819 se levantaron voces contrarias a las acciones de Bolívar, criticaban el gasto en la defensay señalaban los desmanes del Libertador en las campañas de Ecuador, Perú y Bolivia, esto creó desazón en su mente y cuerpo, menguó su capacidad física y se deterioró su salud, su imagen afligida por las tensiones de sus opositores que tenían ambiciones políticas, fueron minándolo, no pudo concretar su sueño americano de crear para siempre la Gran Colombia. Así estamos hoy, después de más de 180 años no hemos cambiado, por esa sed de venganza hacia un político que ha generado una semblanza de esperanza y que ha acarreado el viacrucis de la persecución más sistemática hacia un personaje político que ha despertado simpatías por combatir a la guerrilla y salvar a Colombia de la debacle y los que menos; la antipatía en atacar en forma inclemente por sus acciones vistas de manera crítica al frente del proceso de menguar la actividad guerrillera.
Esta es la esencia de la oposición que de vencidos hoy están en los poderes de la nación. No les gusta nada que suene a militar, a acuerdos, convenciones, para apoyarnos en esa guerra que tiene sumida a Colombia como lo son las acciones contra la droga. No quieren saber de Tratados, Acuerdos, Convenciones militares con los Estados Unidos, pero callan cuando la presencia de ejercicios militares lo hacen Rusia, China, Irán y Cuba en nuestra vecina nación, que alberga a disidencias, grupos terroristas como Hezbolá, el ELN, prófugos de la justicia como Santrich, Iván Márquez y otros que le han hecho tanto daño a la patria.
Acuerdos Militares
En 1820 se efectuó el primer armisticio para humanizar la guerra entre Pablo Murillo por parte de España y Bolívar el Libertador por parte de los patriotas en el armisticio de Trujillo. O´Leary nos ha dejado la descripción de este encuentro entre dos guerreros generales como un precedente de regularización de la guerra que sirve de antecedente a la labor de los convenios de La Haya y de Ginebra y los podemos tildar a estos dos generales como precursores del moderno Derecho Internacional en los conflictos armados. Fue un gran convenio militar que selló la independencia y dio tránsito a la vida republicana de nuestra nación.
Otras advertidas presencias de militares de los Estados Unidos en Colombia, obedeció a la instrucción de los soldados colombianos en terreno norteamericano y la cooperación militar entre estos dos países, se fortaleció a partir de episodios como la defensa del canal de Panamá y la Guerra de Corea, que ha sido importante en el ámbito geopolítico, y la importancia estratégica y geográfica de nuestros intereses nacionales. Es así como en la época del presidente Eduardo Santos (1938-1942), de la iniciativa de ambos gobiernos surgió el acuerdo de contratar misiones militares de las tres Fuerzas americanas en nuestro país. Esto llevó a sellar una importante cooperación militar con apoyo de instrucción y entrega de armas, naves y aviones militares. Como lo manifiesta el autor Adolfo Atehortúa Cruz, PhD, en su obra “La presencia de Estados Unidos en la formación de militares colombianos del siglo XX”,sirvieron para definir la consolidación del acercamiento entre Colombia y el país del norte, con las visiones de los presidentes Eduardo Santos y López Pumarejo colocando a Colombia y a su Canciller Alberto Lleras Camargo como líderes continentales en el contexto de la región y a nivel mundial. Colombia hizo parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en dos ocasiones, y Colombia fue el impulsor del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y de la construcción de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
En 1952 se elaboró el más importante acuerdo militar entre los dos países suscrito por el canciller colombiano Gonzalo Restrepo y el embajador de los EE. UU. en Colombia Capus M. Wanick, con 12 artículos bien estructurados y que tienen plena vigencia hoy en día. De allí nació el mejor batallón del continente en la lucha contra la insurgencia, cimentando el espíritu de cuerpo, el Batallón Colombia, con una estructura de fuerza organizada conforme a los parámetros americanos. La presencia de Colombia con los Aliados en la guerra de Corea fortaleció con mayor vehemencia esos lazos de apoyo y se convirtieron en una vía de intercambio comercial entre los dos países. Recordemos que las misiones militares en Colombia como la chilena, la inglesa, la Suiza sembraron la primera semilla.
Posteriormente se firmaron varios convenios utilizando el de 1952 como marco general tenemos algunos:
El Acuerdo de 1974 para el intercambio de misiones militares terrestres, navales y aéreas, vigentes hoy en día.
El Plan Colombia implementado en 1999, no es un Acuerdo, pero hace parte de los acuerdos suscritos con antelación para el apoyo, entrenamiento y logística en la lucha contra las drogas, terrorismo y la lucha contra los crímenes trasnacionales de acuerdo con la Convenio de 1962 del Tratado de Viena.
1992: la Declaración de San Antonio sobre cooperación regional en la lucha contra las drogas de 1992. El Anexo firmado de este acuerdo en 2004 al Convenio General de Ayuda Económica, Técnica y Afín entre los dos países de 1962 establece un programa de control de narcóticos y la lucha contra las drogas, este Anexo permite implementar y proveer los recursos del Plan Colombia.
1997: se suscribe el Acuerdo Marítimo en la interdicción del tráfico marítimo en la lucha contra las drogas. Se extendió a Gran Bretaña y Holanda.
2007: se suscribe el acuerdo para la supresión del tráfico ilícito aéreo de estupefacientes y sustancias sicotrópicas.
Acuerdo de Cooperación Militar de 2009 (participaron por Colombia el canciller Bermúdez, el ministro de Defensa Silva Luján, el embajador de los Estados Unidos William Brownfield), en ella se amplía el personal militar americano en territorio colombiano y la utilización de 7 bases aéreas principales en Colombia. Vigente por 10 años y se reanuda por otros 10 años al terminar este período.
2018: Colombia como socio global ingresa a la OTAN, un estatuto de mayor cooperación militar, pero no implica su membresía. Es el único país de América latina en ingresar a este gran club.
Conclusiones
La mayoría de los líderes de izquierda que hicieron parte de grupos insurgentes y otros con simpatías a los grupos armados, no ven con buenos ojos estos acuerdos militares, que existen en todo el hemisferio para sumar capacidades y enfrentar al terrorismo, al tráfico de drogas, armas, piratería, principalmente. También es cierto que una lucha de estos quilates requiere recursos y la misma izquierda manifiesta que disminuyan el presupuesto de defensa, son contrasentidos para que los acuerdos de cooperación militar no se efectúen. Pero los acuerdos militares de los vecinos con China, Rusia, Irán, Turquía no los inquieta a sabiendas que es un juego geopolítico en la región del Caribe que afectan los intereses nacionales en esta región, y, no hacer nada es como entregar la soberanía a los países vecinos y seguir perdiendo territorio desde la creación de la República, la historia no perdonaría a los gobernantes y sus fuerzas políticas de no hacer nada o como el vocablo francés “laissez faire, laissez passer” atribuida a los fisiócratas de una actitud de no hacer nada. Hoy observamos como Nicaragua en el litigio contra Colombia, nuestro país perdió más de 75.000 kilómetros cuadrados de aguas jurisdiccionales sin que esa izquierda defendiera o se pronunciara a favor nuestro, pareciera que sus acercamientos con la ideología de Ortega fuesen mayores que a los intereses de la patria. ¡Quién lo creyera! Los acuerdos militares con los Estados Unidos son el sostén de nuestra democracia y los mismos son para cumplirlos como así lo demuestra el Derecho Internacional en la locución “Pacta sunt servanda” que lo pactado obliga así no guste. Gracias a esta cooperación Colombia no fue presa del comunismo o de ideologías que atentaran contra la supervivencia del Estado.
Abraham Lincoln decía: “No puedes escapar la responsabilidad de mañana evadiéndola hoy”.
*LAS OPINIONES AQUÍ PUBLICADAS SON RESPONSABILIDAD DEL AUTOR Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE EL PENSAMIENTO DEL CGA
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